Después de 30 años de muchas investigaciones sobre un misterio que comprometía a las playas bretonas, al oeste de Francia, dieron algunas respuestas sobre los hallazgos de teléfonos de juguete del gato “Garfield”. En los años 80, comercializaron estos juguetes y miles de ellos fueron vendidos. Años más tarde, comenzaron a aparecer restos de esos productos en las playas mencionadas. Más de 200 piezas fueron recolectadas hasta el año pasado.
El grupo activista Ar Viltansoù utilizó la imagen del teléfono de juguete para simbolizar su campaña en contra de la contaminación plástica en la región de Finistère. Durante la difusión de información sobre la campaña, un granjero local intervino en este curioso caso para darle un giro inesperado.
René Morvan declaró que a inicios de los 80s, descubrió un contenedor roto lleno de los teléfonos de “Garfield”. Junto con su hermano, ellos tenían entre 19 y 20 años cuando ocurrió el suceso de una tormenta que provocó que varios teléfonos de juguete se introdujeran en la playa.
El contenedor terminó encallado en una cueva marina aislada. Llegar hasta ahí era muy complicado. Varios miembros del grupo activista fueron hasta ese lugar para años después descubrir que ese lugar era el origen de los desechos.
Encontramos esta falla de 30 metros de profundidad, al fondo estaban los restos de un contenedor(…)Nuestra asociación existe desde hace 18 años y desde que existe encontramos prácticamente en cada limpieza trozos de teléfonos Garfield.