El titular de la Procuraduría Fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Carlos Romero Aranda, declaró que van por los delincuentes que cometen defraudación fiscal y lo convierten en un modo de vida. Señaló que la procuraduría busca reformas a las leyes que detecten y castiguen a beneficiarios finales de las operaciones sobre facturación falsa, y que concluyen en defraudación fiscal o lavado de dinero.
“Lo que queremos es al delincuente peligroso, al que hace de la defraudación fiscal su modo de vida(…), esos defraudadores y encantadores que vemos jugando golf, que vemos en helicópteros, que vemos con los Ferraris, a esos no los queremos en la calle”.
Destacó que el problema principal es que los delitos fiscales están señalados como delitos no graves. Aunque existan las entidades que vigilan las actividades fiscales como la Unidad de Investigación Financiera (UIF), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Auditoría Superior de la Federación, no es suficiente para llegar a los autores y beneficiarios de las factureras.