Hace algunos días la directora de Servicios Municipales en Soledad de Graciano Sánchez Dolores Eliza García Román reconoció que la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) les hizo algunos señalamientos sobre cuestiones físicas del centro de matanza, pero afirmaba que se trataba de cosas menores en las instalaciones.
Sin embargo algunos de los trabajadores del rastro municipal que han contactado a medios de comunicación denunciaron que el abandono de éste inmueble va mucho más allá de reparaciones sencillas, pues refieren que las condiciones en que laboran llegan a ser poco salubres.
“Las botas y los uniformes por ejemplo pues nos los dan allá a las quinientas. La verdad aquí se gana poco, y así le digo en confianza adentro faltan muchas cosas para hacer bien el trabajo” manifestó José uno de los afectados.
Por temor a represalias se negaron a proporcionar sus datos y a brindarnos un testimonio en video o siquiera audio; pero solicitan que se haga pública la situación, al afirmar que no cuentan con el respaldo de ninguna autoridad.
“La mera verdad la mayoría aquí no tenemos estudios, pero no hay apoyo para superarnos y tampoco mejoran la paga, la mayoría de los que matamos puercos ganamos entre 800 y mil pesos por semana y a veces el trabajo es bien pesado. Para salir adelante nosotros hacemos chambitas por fuera y matamos animales en casas particulares aunque eso no debería de ser porque ya sabe luego los desechos pues a dónde van”. Dijo Juan otro de los trabajadores.
Por su parte vecinos del lugar dicen están hartos de los fétidos olores que salen de éste sitio, los cuales se acentúan con la temporada de calor.
Doña Elena asegura que ya han tocado puertas y en ningún momento han querido darles audiencia.
“Ya hemos ido varias veces y nomás nos marean, dicen que nos resuelven y todo queda en promesas, la verdad no hacen nada. Estamos pidiendo que de una vez por todas cambien el rastro a otro lado, aquí cada vez hay más casas y más afectados con su actividad” refirió.
