Miles de estudiantes marcharon este sábado en las principales ciudades de Brasil vestidos de negro para protestar contra las políticas educativas y ambientales del Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y en paralelo a los desfiles militares por el Día de la Independencia.
Los estudiantes se sumaron este año al tradicional “Grito de los Excluidos”, una movilización liderada por grupos religiosos y sindicales que todos los 7 de septiembre, tras los tradicionales desfiles militares y cívicos del Día de la Independencia, deja clara su insatisfacción con la situación del país.
Convocados por la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), los manifestantes se vistieron de negro para mostrar su oposición a Bolsonaro, el líder ultraderechista que esta semana instó a los brasileños a vestir de amarillo y verde, los colores de la bandera nacional, para mostrar su nacionalismo en el festivo patrio.
En Brasilia, los manifestantes protestaron a cerca de dos kilómetros del lugar en que Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, encabezó, por primera vez en su condición de jefe de Estado, el tradicional desfile del Día de la Independencia en que participaron unos 4.500 miembros de las Fuerzas Armadas.
En Río de Janeiro, unos mil manifestantes se concentraron en una de las esquinas por las que pasó el desfile oficial y protestaron al mismo tiempo en que el gobernador regional, el conservador Wilson Witzel, encabezaba la exhibición militar a bordo de un blindado.
En Sao Paulo y Belo Horizonte, con cerca de 2 mil manifestantes en cada ciudad, las protestas fueron realizadas lejos de los desfiles militares pero de forma simultánea.
Los estudiantes se sumaron al “Grito de los Excluidos” pero con reivindicaciones propias, ya que protestaron contra los recortes del Gobierno de Bolsonaro en la educación pública y contra la retórica antiambiental del líder ultraderechista, a la que atribuye la multiplicación de los incendios ambientales este año en la Amazonia.
“Hoy el negro es una respuesta a Bolsonaro, que llamó al pueblo brasileño a vestir de verde y amarillo para defender la Amazonía. Pero eso es burla con el pueblo porque él es responsable por la destrucción de la Amazonía, por la destrucción de la educación y por la destrucción de las universidades”, dijo Iago Montalvao, presidente de la UNE, en la protesta que los estudiantes organizaron en la emblemática Avenida Paulista de Sao Paulo.
“Es un acto de protesta en el Día de la Independencia, una crítica muy fuerte porque el país está en una situación muy grave. Estamos de luto sin abandonar los colores de la bandera para decir que el país no puede seguir siendo gobernado por un presidente que no aprecia la educación ni el medioambiente”, agregó el líder estudiantil.
Así como ocurre todos los años, una vez concluidos los desfiles, los participantes en el “Grito de los Excluidos”, principalmente sindicalistas y militantes de partidos de izquierda, invadieron las mismas avenidas por las que pasaron los militares pero para marchar en sentido contrario y para manifestar su protesta contra la falta de políticas sociales.
Pese a que hoy se conmemora el Día de la Independencia, estamos en la calle porque no nos sentimos aún independientes, falta mucha cosa para sentirnos independientes”, dijo la educadora social Milene Dias, que participó en el Grito de los Excluidos en Sao Paulo.
“Los excluidos son las personas que están en la calle en busca de derechos, de educación, de cultura, de habitación y hasta de diversión. Son las personas de renta baja que cada día son más excluidas. Bolsonaro no gobierna para los pobres que vivimos en la periferia sino para la elite y los que tienen dinero”, agregó.
Mientras que la Central de Movimientos Populares (CMP), que organiza el Grito de los Excluidos, dijo haber promovido actividades en 132 ciudades en la vigésimo quinta edición del acto de protesta, la UNE aseguró haber movilizado marchas en 25 ciudades.